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Los seguidores de Jesucristo tienen el gran privilegio y responsabilidad de servir y adorar a Dios en y a través del ministerio de nuestra iglesia local.

Nuestro Señor nos ha dado la misión de hacer discípulos de todas las naciones en nuestra propia iglesia y comunidad, y en todo el mundo. La congregación de Nueva Vida existe para adorar a Dios y hacer discípulos de Cristo dentro de nuestra iglesia, y para ayudar a hacer discípulos de las naciones mientras cumplimos la misión de Dios con palabras y acciones. En Su abundante gracia, Dios nos ha dado todo lo que tenemos, y Él nos ha hecho lo que somos. Somos llamados a ser buenos administradores de todo, administrando nuestro dinero, nuestro tiempo y nuestros talentos para el reino y la gloria de Dios. Por lo tanto, debido a las riquezas que tenemos en Cristo, nuestro Señor nos llama a dar alegremente nuestros diezmos y ofrendas con deber y gozo.